por Andreina Figuera |
Hay un patrón que veo constantemente en mujeres talentosas, capaces y con potencial real para liderar proyectos grandes:
la espera eterna del “momento perfecto”.
No es una espera consciente.
Es sutil.
Es mental.
Es emocional.
Y se disfraza de prudencia.
“Cuando esté más tranquila…”
“Cuando tenga más tiempo…”
“Cuando me sienta más segura…”
“Cuando tenga todo claro…”
El problema no está en la frase.
Está en lo que esconde.
Porque detrás de cada “cuando…” no hay planificación.
Hay miedo.
Miedo al juicio.
Miedo al fracaso.
Miedo a exponerte.
Miedo a tomar una decisión que te comprometa con tu propia grandeza.
1. La ilusión de que la claridad viene antes de la acción
Esperas sentirte lista para empezar.
Pero la claridad nace después, cuando te mueves, te equivocas y aprendes.
La acción es la maestra.
La decisión es la llave.
La valentía es el camino.
2. El diálogo interno que te paraliza
La resistencia no te frena con gritos.
Lo hace con susurros convincentes:
“No es el momento.”
“Prepárate un poco más.”
“Mejor el próximo año.”
“Todavía no estás lista.”
Es un sabotaje emocional elegante.
3. El ruido mental que agota y confunde
No te cansas por hacer.
Te cansas por pensar demasiado.
Y ese exceso de análisis te quita enfoque, energía y dirección.
El resultado es un ciclo conocido:
piensas → dudas → postergas → te culpas → vuelves a analizar → te estancas.
1. Con honestidad radical
Identifica las excusas que suenan sensatas pero no son verdaderas.
No necesitas castigarte, solo verte de frente.
2. Con una decisión mínima
A veces no necesitas un plan completo.
Solo una acción que rompa la inercia.
3. Con movimiento real
El movimiento genera confianza.
La confianza genera enfoque.
El enfoque genera resultados.
Y en ese orden.
¿Qué estás evitando decidir?
¿Qué conversación interna necesitas cambiar?
¿Qué versión de ti quiere emerger el próximo año?
¿Qué paso pequeño puedes dar hoy mismo que te saque del estancamiento?
Si quieres profundizar en este tema y trabajar tu claridad, tu decisión y tu enfoque antes de cerrar el año, mira este episodio donde desarrollo este tema con aún más detalle y ejercicios prácticos.
Aquí lo tienes:
Y si quieres recibir una guía gratuita para romper tu patrón de sobreanálisis, envíame la palabra CAMBIO en Instagram.
Con amor,
Andreina