El peso emocional del primer paso: lo que 2025 realmente me enseñó

por Andreina Figuera |

Hay años que te mueven. Y hay años que te reestructuran desde adentro.
Para mí, 2025 fue un año de inicios, de primeras veces, de cuestionarlo todo, de renacer identidades y de construir nuevas estructuras personales y profesionales.

Y quiero ser clara desde el principio:
Crecer no se siente más fácil. Crecer es volver a empezar.

Desde afuera, parece que cuando alguien tiene claridad, método, posicionamiento o equipo, todo fluye sin fricciones. Pero la realidad emocional del crecimiento es otra. Y eso fue exactamente lo que viví.

Un año donde TODO fue nuevo

2025 marcó el inicio de una nueva identidad como mujer, como mamá y como líder.

Mi hijo menor entró en la guardería, mi mayor empezó nuevas etapas, dejé de dar pecho, mis rutinas y mi energía cambiaron, mis hormonas se reacomodaron.
En paralelo, inicié nuevos proyectos, nuevas alianzas, un nuevo ritmo de negocio, nuevos límites y un nuevo equipo.

Fue un año donde tuve que soltar control, delegar, reentrenar mi comunicación, sostener incertidumbre y rediseñar mi visión sin perderme en el proceso.

Y en medio de toda esa expansión, descubrí verdades que transformaron todo.

Lección 1: Siempre serás principiante en algo

No importa cuántos años tengas emprendiendo, cuántos clientes hayas acompañado o cuánta claridad tengas.
Cuando tu visión crece, tú vuelves a ser principiante.

Ser principiante no te resta autoridad, te da expansión.
Te obliga a pensar distinto, cuestionar, observar y abrir espacio para una nueva versión de ti.

Ese rol de principiante me acompañó todo el año… y fue incómodo, pero necesario.

Lección 2: No compares tu inicio con la etapa avanzada de otra persona

Lo repito a mis clientas todo el tiempo, pero este año lo viví en carne propia.
Un inicio tiene una energía distinta a una etapa de cosecha.

Mientras tú estás sembrando, otras están recogiendo resultados de años previos.
Compararte solo te roba claridad y te desconecta de tu proceso.

Cada inicio exige ritmo propio.
Y ese fue un recordatorio diario para mí.

Lección 3: Convertirte en tu siguiente versión implica dejar morir algo

Una creencia.
Un hábito.
Una identidad que ya no sostiene lo que quieres construir.

Este año entendí que no puedes expandirte si estás aferrada a tu versión anterior, incluso si esa versión fue exitosa.

Crecer exige decisiones incómodas.
Soltar exige valentía.
Y avanzar exige una nueva arquitectura emocional.

Lección 4: El crecimiento duele porque es un renacer

No duele por negativo.
Duele porque estás cambiando estructuras internas que te han acompañado por años.

Renacer implica incomodidad, resistencia, dudas y silencios incómodos.

Pero también implica visión, propósito y un nivel de claridad que no llega desde la teoría: llega desde la experiencia

Lección 5: Los primeros pasos no son claros; son incómodos

No esperes sentir seguridad antes de empezar.
La seguridad llega después, cuando ya estás caminando.

Eso fue lo que me permitió avanzar incluso cuando no tenía todas las respuestas:
enfocarme en el próximo paso correcto, no en los 100 pasos futuros.

Lección 6: La identidad que buscas no aparece antes de la acción

Puedes visualizar, escribir, soñar y planificar…
pero la identidad se construye mientras caminas.

Lo que buscas ser solo aparece cuando estás en movimiento, alineada, comprometida y tomando decisiones desde quien quieres llegar a ser, no desde quien fuiste.

Lección 7: El éxito emocional llega cuando avanzas incluso con miedo

El éxito emocional no es ausencia de dudas.
Es avanzar con dudas, pero desde la convicción interna de que estás en el camino correcto.

El miedo estuvo presente en muchos de mis inicios de este año.
Pero el avance también.

Ese equilibrio es donde nace el verdadero liderazgo.

Honra tu inicio: es más importante que la perfección

Si tú también estás empezando algo nuevo —una etapa, un proyecto, un ritmo, un límite, una visión— quiero dejarte esto:

No te aceleres. No te compares. No fuerces llegar antes de tiempo.
Los inicios son sagrados.
Forjan carácter, visión y liderazgo.

Prefiero mil veces una vida fiel a mí, incluso si implica volver a empezar, que una vida donde me limite por miedo a los inicios incómodos.

Y si quieres profundizar en estas lecciones y escuchar cómo las viví en carne propia…

Ve el episodio completo aquí:

Con amor,

Andreina

  • contacto@andreinafiguera.com